sábado, 13 de junio de 2009

MANFRED MAX NEEF: EL HOMBRE AL SERVICIO DE LA ECONOMÍA O LA ECONOMÍA AL SERVICIO DEL HOMBRE

A través de nuestra carrera universitaria, hemos descubierto gracias a nuestros docentes, teorías en las cuales solo se trata de maximizar el beneficio de los particulares, pero en nuestra calidad de economistas, no podemos quedarnos en satisfacer simplemente los caprichos de los empresarios y dejar de lado el bienestar social que en si es la esencia de la economía. Sin embargo a parte de matematizar la economía ¿no existen otras teorías alternativas que tengan otra perspectiva del mundo? Claro que existen otras teorías, que nuestra Universidad no pregona, como la del profesor Manfred Max Neef, quien propone un modelo de economía alternativa donde se resuelvan los problemas sociales, no través de modelos matemáticos ni de supuestos metafísicos, sino de políticas que impulsen el desarrollo humano y económico.

Por lo anterior consideramos importante hablar de los planteamientos del profesor Max Neef, para que de esta forma conozcamos otra perspectiva de la economía. Empezemos diciendo que, este economista es un caso atípico. Abandona su prometedora carrera como directivo en la multinacional Shell para dedicarse a estudiar los problemas de los países pobres. Recorre medio mundo, convive con las poblaciones necesitadas y elabora los principios de su "Economía Descalza" y la "Teoría del Desarrollo a Escala Humana". Por esta aportación es galardonado por el Parlamento de Suecia con el Premio Nobel Alternativo en 1983. Hoy, el profesor Max Neef sigue recordando al mundo que "la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía".

En la teoria de Max Neef, es importante resaltar los siguientes puntos:

  1. Propone que la economía surgió como hija de la Filosofía moral y, por tanto, como disciplina preocupada por el bienestar humano. Con el correr del tiempo, especialmente a partir del neo-clasicismo, comienza a deshumanizarse sistemáticamente. La economía neoliberal dominante hoy en día es una disciplina "desmadrada”, hemos llegado a un punto en que en lugar de que la economía esté al servicio de las personas, son las personas las que deben estar al servicio de la economía. Los ejemplos abundan. Baste sólo con recordar que las políticas de ajuste estructural impuestas a casi todos los países en desarrollo, por parte del Fondo Monetario Internacional, pueden definirse como políticas que arreglaron las economías a costa de destruir las sociedades. Es el mundo al revés, el mundo patas arriba en términos de prioridades.
  2. Insisten en una "economía a escala humana" representa por así decirlo, un retorno a la sensatez y al sentido común. Es la economía que se fortalece a niveles locales y regionales, donde la gente realmente está, sin caer en el deslumbramiento con el gigantismo y con lo macro como fines supremos. Es la economía de la diversidad, de la interdependencia, y de la solidaridad. Es la economía que reconoce que el desarrollo tiene que ver con las personas y no con objetos. Es la economía que se reconoce como subsistema de un sistema mayor, que es la biosfera sin cuyos servicios ninguna economía sería posible. Es una economía que no confunde el crecimiento con el desarrollo. Es una economía que sin ser espectacular, apunta a la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales. Es una economía orientada por valores, y en la que caben el afecto y la belleza.
  3. Plantea la teoría de la "economía descalza" es, la que debe descubrir y practicar el economista que se atreve a meter los pies en el barro. Una economía que debe responder a la realidad, y no una economía que fuerza la realidad para que se ajuste al modelo diseñado a priori. Si hubiese más economistas descalzos, no me cabe duda de que estaríamos en un mundo de mucha mayor equidad.
  4. Por último, conozcamos la opinión de Max Neef acerca de la teoría economía que hoy enseña el mundo: “En cuanto al discurso neoliberal ha manifestado reiteradamente que la única manera de comprenderlo es si se lo analiza como discurso religioso. En primer lugar, y ese mérito hay que reconocérselo, ha logrado en tres décadas lo que el Cristianismo y el Islam no han conseguido en dos mil años: conquistar el mundo entero. La razón es que es simplista y dogmático y utiliza un lenguaje atemorizador. Se proclama verdad universal que no reconoce alternativas. Quienes no aceptan la revelación están condenados. Tiene sus templos en las Universidades donde la única economía que se enseña es la neoclásica, que es su madre. Tiene su santísima trinidad: crecimiento económico, libre comercio y globalización. Tiene su Vaticano: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio que, como vaticano que se precie es, por cierto, infalible; sabe mejor que todos nosotros lo que es bueno para nosotros, y en aras de nuestra salvación lo impone. ¿Cómo enfrentarse a ello? La historia enseña que la única manera de enfrentar un credo que nos parezca pernicioso, es la herejía. Hoy es urgente atreverse a ser hereje”.

Para terminar, los invitamos a conocer a fondo el pensamiento del economista chileno Manfred Max Neef, para que junto a nosotros apoyen la idea de que la economía es una ciencia social por lo cual debe estar al servicio de las personas y no las personas al servicio de la economía.

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